delfimsilva
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Las frecuencias de las televisiones autonómicas privadas del Grupo Vocento vuelven a perder su programación tras el cese de Metropolitan TV el pasado día 20 de febrero. El canal, producido por Smile Adversiting (Canal Català), tenía alquilado al grupo vasco las emisiones desde octubre del año 2010.
Desde el miércoles pasado, los espectadores de la Comunidad de Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Región de Murcia e Islas Baleares pueden ver que su televisión autonómica privada emite el contenido de teletienda de EHS.tv, perdiendo cualquier rastro de contenido regional.
Smile adversiting, que también produce Canal Català para Catalunya, ha decidido así cerrar las emisiones de Metropolitan TV tras conseguir alquilar la franja de tarde en Intereconomía TV para emitir el espacio de debate “Queremos opinar”, presentado por Carlos Fuentes.
Metropolitan TV quiso posicionarse como la alternativa en algunas comunidades a las televisiones autonómicas públicas, aunque su contenido de baja calidad con programas de tarot, teletienda y películas y series de serie B no les permitió elevar sustancialmente su audiencia y acabó siendo un agujero de denuncias de asociaciones y consejos audiovisuales por emitir ciertos contenidos prohibidos en pleno horario infantil.
Desde el miércoles pasado, los espectadores de la Comunidad de Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Región de Murcia e Islas Baleares pueden ver que su televisión autonómica privada emite el contenido de teletienda de EHS.tv, perdiendo cualquier rastro de contenido regional.
Smile adversiting, que también produce Canal Català para Catalunya, ha decidido así cerrar las emisiones de Metropolitan TV tras conseguir alquilar la franja de tarde en Intereconomía TV para emitir el espacio de debate “Queremos opinar”, presentado por Carlos Fuentes.
Metropolitan TV quiso posicionarse como la alternativa en algunas comunidades a las televisiones autonómicas públicas, aunque su contenido de baja calidad con programas de tarot, teletienda y películas y series de serie B no les permitió elevar sustancialmente su audiencia y acabó siendo un agujero de denuncias de asociaciones y consejos audiovisuales por emitir ciertos contenidos prohibidos en pleno horario infantil.