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- Out 5, 2021
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Marc Márquez volverá a pilotar una MotoGP tres meses después de su último accidente
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Honda confirma que el piloto se ha recuperado de sus problemas de visión doble y que estará en los primeros tests de pretemporada en Sepang
Marc Márquez está de vuelta. Y podrá participar de los primeros tests de pretemporada de MotoGP, que se celebran en el circuito de Sepang (Malasia) a partir del 5 de febrero, según confirmó en un comunicado el equipo Repsol Honda. Así, el piloto de Cervera volverá a pilotar una MotoGP tres meses después del accidente que sufrió cuando practicaba motocross para entrenarse en una semana enmarcada entre dos grandes premios. En la caída, el deportista sufrió un traumatismo craneal que le provocó diplopía, una alteración visual que le hace percibir doble visión.
Tras producirse el accidente, a principios de noviembre, el piloto causó baja en el siguiente gran premio, el de Portugal. Tampoco pudo estar en la última cita del calendario de 2021, en Valencia, una vez se confirmó la diplopía. Sufría una parálisis del cuarto nervio del ojo derecho en la que también estaba involucrado el músculo oblicuo superior del mismo ojo. Exactamente, la misma lesión que había sufrido diez años atrás, tras otro accidente y otro golpe en la cabeza. Aquel 2011, también a finales de octubre, estaba remontando en busca de su primer título de MotoGP, al que tuvo que renunciar. Estuvo cinco meses de baja hasta que se solucionó la diplopía y después de una intervención quirúrgica.
No ha sido necesario pasar por el quirófano esta vez. Como entonces, Márquez y el oftalmólogo Sánchez Dalmau apostaron por un tratamiento conservador al inicio. Pero, a diferencia de la primera vez -y para su sorpresa- en esta ocasión ha bastado con ese tratamiento, mucha paciencia y nada de moto.
Hasta que hace poco más de una semana, la última revisión con el doctor revelara que su visión volvía a ser “perfecta”, como dijo el propio Márquez. Y el doctor, que apenas le había permitido coger la bici de vez en cuando dentro de un programa de entrenamiento físico muy suave, le animó a montar en moto y probar sus sensaciones. Lo primero que hizo Márquez fue entrenarse con la misma moto de motocross con la que sufrió el accidente, para quitarse los miedos y las dudas de golpe. Y, también, porque se trata de “una moto y una pista realmente exigente; hay muchos saltos y tienes que ser muy preciso”, explicó. Pocos días después, el piloto y su equipo se plantaron en el circuito de Portimao con una Honda RC213V-S, lo más parecido a una MotoGP -con la que no puede entrenarse salvo en las citas oficiales-; y al poco tiempo completaron aquellos entrenamientos con otra sesión en el circuito de Alcañiz con una Honda CBR600RR.
Estaba listo. La última revisión la pasó este lunes. Y confirmó que el tratamiento había sido un éxito y que los esfuerzos encima de una moto pesada a gran velocidad no habían alterado ese nervio óptimo que estuvo dañado. Márquez estará en Sepang y, salvo contraindicación, participará también a la semana siguiente de los tests en Mandalika (Indonesia), un circuito nuevo en el calendario de MotoGP.
El piloto sufrió ese accidente en octubre cuando empezaba a mostrar su mejor cara en las carreras, más de un año después de la fractura de húmero que lo dejó toda una temporada fuera de los circuitos. Cuando se cayó en aquella pista de tierra en Lleida venía de ganar pocos días antes la carrera en el circuito de Misano. Una demostración de fuerza del catalán, que había logrado ya dos victorias antes en la temporada, pero en circuitos con mayoría de curvas a la izquierda, más afines a su pilotaje y más adecuados para su entonces todavía renqueante condición física.
Ese hombro derecho sigue preocupándole a Márquez, que ha podido darle un merecido (y forzado) descanso este invierno. Tendrá que planificar muy bien cuánta carga de trabajo puede soportar para que no vuelvan la irritación y la inflamación, según él mismo explicó hace unos días. El objetivo de su preparador físico es que ese brazo, que todavía no está recuperado del todo, pueda resistir bien toda la temporada. Y el de Márquez, que no quiere que su hombro sea un handicap para su rendimiento, es volver a ser el que fue.
EL PAÍS
Honda confirma que el piloto se ha recuperado de sus problemas de visión doble y que estará en los primeros tests de pretemporada en Sepang
Marc Márquez está de vuelta. Y podrá participar de los primeros tests de pretemporada de MotoGP, que se celebran en el circuito de Sepang (Malasia) a partir del 5 de febrero, según confirmó en un comunicado el equipo Repsol Honda. Así, el piloto de Cervera volverá a pilotar una MotoGP tres meses después del accidente que sufrió cuando practicaba motocross para entrenarse en una semana enmarcada entre dos grandes premios. En la caída, el deportista sufrió un traumatismo craneal que le provocó diplopía, una alteración visual que le hace percibir doble visión.
Tras producirse el accidente, a principios de noviembre, el piloto causó baja en el siguiente gran premio, el de Portugal. Tampoco pudo estar en la última cita del calendario de 2021, en Valencia, una vez se confirmó la diplopía. Sufría una parálisis del cuarto nervio del ojo derecho en la que también estaba involucrado el músculo oblicuo superior del mismo ojo. Exactamente, la misma lesión que había sufrido diez años atrás, tras otro accidente y otro golpe en la cabeza. Aquel 2011, también a finales de octubre, estaba remontando en busca de su primer título de MotoGP, al que tuvo que renunciar. Estuvo cinco meses de baja hasta que se solucionó la diplopía y después de una intervención quirúrgica.
No ha sido necesario pasar por el quirófano esta vez. Como entonces, Márquez y el oftalmólogo Sánchez Dalmau apostaron por un tratamiento conservador al inicio. Pero, a diferencia de la primera vez -y para su sorpresa- en esta ocasión ha bastado con ese tratamiento, mucha paciencia y nada de moto.
Hasta que hace poco más de una semana, la última revisión con el doctor revelara que su visión volvía a ser “perfecta”, como dijo el propio Márquez. Y el doctor, que apenas le había permitido coger la bici de vez en cuando dentro de un programa de entrenamiento físico muy suave, le animó a montar en moto y probar sus sensaciones. Lo primero que hizo Márquez fue entrenarse con la misma moto de motocross con la que sufrió el accidente, para quitarse los miedos y las dudas de golpe. Y, también, porque se trata de “una moto y una pista realmente exigente; hay muchos saltos y tienes que ser muy preciso”, explicó. Pocos días después, el piloto y su equipo se plantaron en el circuito de Portimao con una Honda RC213V-S, lo más parecido a una MotoGP -con la que no puede entrenarse salvo en las citas oficiales-; y al poco tiempo completaron aquellos entrenamientos con otra sesión en el circuito de Alcañiz con una Honda CBR600RR.
Estaba listo. La última revisión la pasó este lunes. Y confirmó que el tratamiento había sido un éxito y que los esfuerzos encima de una moto pesada a gran velocidad no habían alterado ese nervio óptimo que estuvo dañado. Márquez estará en Sepang y, salvo contraindicación, participará también a la semana siguiente de los tests en Mandalika (Indonesia), un circuito nuevo en el calendario de MotoGP.
El piloto sufrió ese accidente en octubre cuando empezaba a mostrar su mejor cara en las carreras, más de un año después de la fractura de húmero que lo dejó toda una temporada fuera de los circuitos. Cuando se cayó en aquella pista de tierra en Lleida venía de ganar pocos días antes la carrera en el circuito de Misano. Una demostración de fuerza del catalán, que había logrado ya dos victorias antes en la temporada, pero en circuitos con mayoría de curvas a la izquierda, más afines a su pilotaje y más adecuados para su entonces todavía renqueante condición física.
Ese hombro derecho sigue preocupándole a Márquez, que ha podido darle un merecido (y forzado) descanso este invierno. Tendrá que planificar muy bien cuánta carga de trabajo puede soportar para que no vuelvan la irritación y la inflamación, según él mismo explicó hace unos días. El objetivo de su preparador físico es que ese brazo, que todavía no está recuperado del todo, pueda resistir bien toda la temporada. Y el de Márquez, que no quiere que su hombro sea un handicap para su rendimiento, es volver a ser el que fue.
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