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- Out 5, 2021
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Sánchez asume “incumplimientos” con Junts y marca distancias con Ábalos tras su entrada en prisión
El presidente del Gobierno reconoce retrasos en los compromisos con Junts, rechaza “chantajes o amenazas” y se desmarca de su exministro, del que dice haber descubierto facetas “desconocidas”
Pedro Sánchez ha concedido una extensa entrevista en Cafè d’idees en la que ha abordado, con inusual detalle, la complicada relación del Gobierno con Junts, la crisis abierta por la entrada en prisión de José Luis Ábalos y las tensiones políticas que rodean al Ejecutivo. El presidente ha admitido “incumplimientos y retrasos” con la formación de Carles Puigdemont y ha anunciado medidas para recomponer los puentes con el partido independentista, imprescindible para la estabilidad parlamentaria.
“He descubierto facetas de Ábalos que desconocía”
A preguntas de Gemma Nierga, Sánchez dedicó buena parte de la conversación a explicar su posición respecto a José Luis Ábalos, su exministro de Transportes, que ingresó en prisión de forma preventiva en el marco de una investigación judicial.
El presidente diferenció claramente dos planos:
“Una cosa es que tuviera una gran confianza política en él, pero en la parte personal era un gran desconocido para mí. Conocí facetas de su dimensión personal que eran muy desconocidas para mí”, afirmó.
Sánchez recalcó que su reacción no admite comparación con el caso de la caja B del PP que desencadenó la moción de censura contra Mariano Rajoy:
“En cuanto ha habido un mínimo atisbo de corrupción en mi partido o en mi Gobierno he actuado con absoluta contundencia”.
Rechazo frontal a “chantajes y amenazas”
El presidente dedicó varios minutos a responder a las acusaciones que Ábalos ha deslizado desde su detención. “Todo lo que se está diciendo por parte de Ábalos es mentira”, subrayó. Aun así, Sánchez aseguró que no tiene intención de querellarse contra él, en un intento de rebajar el tono sin dejar espacio a dudas sobre su postura.
El mensaje político fue firme:
“Ni el Gobierno ni el PSOE van a aceptar chantajes ni amenazas”.
La reacción del PP: “hipocresía”
Las palabras de Sánchez no tardaron en recibir respuesta. Desde Bilbao, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, consideró que las declaraciones del presidente “acreditan su hipocresía”, al asegurar que Ábalos era “un gran desconocido” pese a haber sido, según Feijóo, “el arquitecto de la era Sánchez”.
El dirigente popular insistió en que el presidente intenta desentenderse ahora del que fuera uno de sus hombres de máxima confianza, y volvió a reclamar explicaciones “claras y completas” sobre el alcance político del caso.
Junts, el otro frente abierto
Más allá del terremoto por Ábalos, Sánchez dedicó buena parte de su intervención a reconducir la relación con Junts, clave para la aprobación de los próximos decretos económicos, reformas legislativas y, en última instancia, para la continuidad de la legislatura.
El presidente reconoció retrasos y tareas pendientes, un gesto que coincide con el endurecimiento del discurso del partido de Puigdemont, que ha avisado en los últimos días de que no apoyará al Gobierno si no se cumplen los compromisos pactados.
Sánchez, que evitó alimentar la confrontación, se comprometió a “reconstruir la confianza” y avanzar en los acuerdos, aunque sin entrar en fechas ni detalles concretos.
Estrella Digital
El presidente del Gobierno reconoce retrasos en los compromisos con Junts, rechaza “chantajes o amenazas” y se desmarca de su exministro, del que dice haber descubierto facetas “desconocidas”
Pedro Sánchez ha concedido una extensa entrevista en Cafè d’idees en la que ha abordado, con inusual detalle, la complicada relación del Gobierno con Junts, la crisis abierta por la entrada en prisión de José Luis Ábalos y las tensiones políticas que rodean al Ejecutivo. El presidente ha admitido “incumplimientos y retrasos” con la formación de Carles Puigdemont y ha anunciado medidas para recomponer los puentes con el partido independentista, imprescindible para la estabilidad parlamentaria.
“He descubierto facetas de Ábalos que desconocía”
A preguntas de Gemma Nierga, Sánchez dedicó buena parte de la conversación a explicar su posición respecto a José Luis Ábalos, su exministro de Transportes, que ingresó en prisión de forma preventiva en el marco de una investigación judicial.
El presidente diferenció claramente dos planos:
“Una cosa es que tuviera una gran confianza política en él, pero en la parte personal era un gran desconocido para mí. Conocí facetas de su dimensión personal que eran muy desconocidas para mí”, afirmó.
Sánchez recalcó que su reacción no admite comparación con el caso de la caja B del PP que desencadenó la moción de censura contra Mariano Rajoy:
“En cuanto ha habido un mínimo atisbo de corrupción en mi partido o en mi Gobierno he actuado con absoluta contundencia”.
Rechazo frontal a “chantajes y amenazas”
El presidente dedicó varios minutos a responder a las acusaciones que Ábalos ha deslizado desde su detención. “Todo lo que se está diciendo por parte de Ábalos es mentira”, subrayó. Aun así, Sánchez aseguró que no tiene intención de querellarse contra él, en un intento de rebajar el tono sin dejar espacio a dudas sobre su postura.
El mensaje político fue firme:
“Ni el Gobierno ni el PSOE van a aceptar chantajes ni amenazas”.
La reacción del PP: “hipocresía”
Las palabras de Sánchez no tardaron en recibir respuesta. Desde Bilbao, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, consideró que las declaraciones del presidente “acreditan su hipocresía”, al asegurar que Ábalos era “un gran desconocido” pese a haber sido, según Feijóo, “el arquitecto de la era Sánchez”.
El dirigente popular insistió en que el presidente intenta desentenderse ahora del que fuera uno de sus hombres de máxima confianza, y volvió a reclamar explicaciones “claras y completas” sobre el alcance político del caso.
Junts, el otro frente abierto
Más allá del terremoto por Ábalos, Sánchez dedicó buena parte de su intervención a reconducir la relación con Junts, clave para la aprobación de los próximos decretos económicos, reformas legislativas y, en última instancia, para la continuidad de la legislatura.
El presidente reconoció retrasos y tareas pendientes, un gesto que coincide con el endurecimiento del discurso del partido de Puigdemont, que ha avisado en los últimos días de que no apoyará al Gobierno si no se cumplen los compromisos pactados.
Sánchez, que evitó alimentar la confrontación, se comprometió a “reconstruir la confianza” y avanzar en los acuerdos, aunque sin entrar en fechas ni detalles concretos.
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